7 datos que los padres deben saber sobre las vacunas contra el COVID-19

1. Los niños deben ser vacunados.

El COVID-19 es mucho más peligroso que los riesgos potenciales de recibir una vacuna. Todavía no sabemos cómo afectará a los niños a largo plazo una infección por el COVID-19. Los niños manifiestan síntomas de “COVID prolongado” que afectan a su vida diaria durante muchas semanas después de haber sido infectados por COVID. El COVID-19 es ahora una de las 10 principales causas de muerte de niños en los Estados Unidos, y ⅓ de los adolescentes que fueron hospitalizados requirieron cuidados intensivos. Alrededor del 30% de los niños hospitalizados por el COVID-19 no tenían ninguna condición médica subyacente.

2. La vacuna no fue apresurada.

Los científicos llevan más de una década trabajando en esta tecnología. Para desarrollar las vacunas COVID-19 no se omitió ningún paso de seguridad, sólo el papeleo y la burocracia, y los ensayos clínicos siguieron los mismos pasos que cualquier otra vacuna. Los datos de los ensayos clínicos y los estudios en el mundo real muestran que las vacunas son seguras y eficaces. Los científicos pudieron estudiar la vacuna rápidamente porque cientos de miles de personas se ofrecieron como voluntarios para los ensayos clínicos, en lugar de esperar años para encontrar suficientes participantes.

3. Los efectos secundarios leves o moderados son comunes.

Su hijo puede tener síntomas leves o moderados después de vacunarse, como fiebre, dolores musculares, dolores de cabeza, sensación de cansancio o enrojecimiento alrededor del lugar de la inyección. Esto es común después de cualquier vacuna, y significa que su cuerpo ha empezado a crear una respuesta inmunológica y está aprendiendo a combatir la enfermedad. Los efectos secundarios graves y las reacciones alérgicas son poco frecuentes. La posibilidad de tener un caso de COVID-19 que ponga en peligro su vida es mucho mayor que el riesgo potencial de sufrir un efecto secundario grave de la vacuna.

4. Efectos a largo plazo, como infertilidad o aborto espontaneo son improbables.

Si se observa la historia de todas las vacunas, casi todos los efectos secundarios a largo plazo de la vacunación aparecen dentro de las 6 semanas siguientes a la administración de la vacuna. Por eso la FDA exige un tiempo de espera de al menos 60 días después de finalizar un ensayo clínico antes de poder conceder una autorización de uso de emergencia (EUA). 

Miles de mujeres han recibido la vacuna mientras estaban embarazadas o han quedado embarazadas después de recibirla. Los datos muestran que las vacunas contra el COVID-19 no han causado infertilidad, abortos espontáneos o complicaciones con el embarazo o el parto ni para la madre ni para el bebé. Sin embargo, hemos visto a muchas mujeres embarazadas contraer el COVID-19 y sufrir graves complicaciones a causa del virus.

5. La vacuna es MUY eficaz.

Los ensayos clínicos demostraron que la vacuna contra el COVID-19 tiene una eficacia del 90-100% para evitar que los niños de 5 a 15 años contraigan el virus6. Ningún niño de los ensayos clínicos contrajo una enfermedad grave a causa del COVID-19. La vacuna actúa contra las variantes, evita el contagio a otras personas y puede mejorar la situación de quienes sufren los efectos a largo plazo del COVID-19. La vacunación también hace que la enfermedad sea más leve y más corta para las pocas personas que dan positivo después de la vacunación.

6. Aun si su hijo ya haya tenido el COVID-19, él o ella debe vacunarse.

Su hijo se debe vacunar, aunque no haya enfermado gravemente por el virus antes.  Los estudios muestran que la vacuna proporciona una inmunidad más duradera que la inmunidad natural (inmunidad por tener la enfermedad) y protege contra las variantes. La vacunación puede evitar que su hijo vuelva a contraer el virus.

7. Las vacunas contra COVID-19 de ARNm no cambia su ADN.

Hay cosas que las vacunas de ARNm no pueden hacer: 

  • El ARNm no puede alterar o cambiar su ADN 
  • el ARNm ni siquiera puede entrar en la parte de las células donde se encuentra el ADN (llamada el núcleo)
  • el ARNm no puede alterarse a sí mismo y convertirse en ADN

El ARNm es frágil y se descompone muy rápidamente en el cuerpo. Los ingredientes no permanecen en su cuerpo y no tienen partes vivas, debilitadas o no infecciosas del virus que podrían permanecer en su cuerpo y causar problemas más adelante.


Usted hace mucho para proteger a su hijo.
Ahora, puede protegerlos del COVID-19 vacunándolos.

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